Remodelación de la Biblioteca Hernán Malo González, Universidad del Azuay.
Oficina de Arquitectura: Departamento de Planeamiento de la Universidad del Azuay
La estrategia general para la revitalización de la biblioteca, construida en 1971, partió de la necesidad de renovar el edificio existente. Este edificio fue construido en forma de un bloque de dos pisos, definido por fachadas de ladrillo visto con pocas aperturas, visualmente restringido con respecto al espacio exterior. Internamente el espacio estaba ordenado en planta baja por una sala de lectura enclaustrada, la cual se conectaba por una escalera a la planta alta, donde se hallaban el depósito de libros y la administración.
La remodelación del bloque existente consistió en la reconformación de los espacios interiores y la sustitución de los muros ciegos en planta baja por cierres acristalados con la finalidad de introducir luz natural y establecer contacto con el jardín (que fue recuperado), con el muro recubierto de hiedra, con los árboles, y también con la plaza del rectorado. En cuanto a lo funcional, se logró cambiar el modelo de biblioteca cerrada por uno de libre acceso, esto es, una biblioteca abierta con todos los espacios refuncionalizados.
Fundamental en la intervención fue la introducción dosificada de luz natural que actuó como agente principal de la remodelación del espacio y fue la fuente de inspiración para la producción de una presencia arquitectónica renovada de la biblioteca.
La planta baja liberada dejó espacio para una amplia sala de lectura, consulta y estantes y una serie de rincones a manera de pequeñas salas para la lectura en contacto visual cercano con el entorno, especialmente con el jardín. Además, la escalera se sustituyó, para darle un sentido de uso público. Se agruparon junto a la escalera un elevador y un mostrador de atención al público. De esta manera, se conformó un núcleo central de espacios de servicio de fácil acceso.
Por otro lado, la creación de una nueva relación entre espacio interior y exterior se produjo por la liberación de las paredes perimetrales de las fachadas en planta baja y alta que permitió el contacto discreto con el jardín y la plaza del rectorado. La generación de un nuevo orden espacial fue posible por la liberación del cielo raso y la recuperación de la materialidad de la estructura aporticada de hormigón, creando en planta baja una nueva escala y secuencia espacial por el ritmo y la altura marcados por las columnas. La interrelación interior-exterior y la generación de un renovado orden espacial provocaron una nueva dimensión ambiental. Al dejar una planta libre intercalada con una serie de espacios continuos a manera de remansos de luz entre el cierre acristalado y las columnas de hormigón, se generaron espacios íntimos de lectura conectados con el entorno.
Para el acceso público a la biblioteca, se optó por un espacio en una esquina en planta baja, generando un amplio vestíbulo semicubierto demarcado por un cierre acristalado en ángulo, y que conecta dos plazas de la zona administrativa.
La segunda planta se recuperó para sala de lectura, consultas vía internet y estanterías. Además, se reorganizó la zona administrativa de la biblioteca. En esta planta, cabe destacar el tratamiento que se dio a la fachada que mira hacia la plaza del rectorado. Esta fachada se hizo con estructura metálica, como un módulo independiente, que conecte visualmente el bloque del Auditorio con el bloque de la Administración Central, mediante el uso de lamas de vidrio con una lámina blanca, que permiten el ingreso controlado de la luz. De esta manera, se regularizó y ordenó esta fachada.
Se trata de una intervención que reconstituye el valor trascedente de un lugar identificado por la comunidad como el corazón del recinto universitario. Se cuenta ahora con una biblioteca contemporánea, renovada desde fuera y desde dentro para el día y la noche, sin abandonar ni sus valores preexistentes ni los valores del entorno. En síntesis, al renovarlo se recuperó la esencia del edificio.
Arquitectos a cargo del diseño:
Arq. Pedro Samaniego A.
Arq. Alfredo Ordoñez C.
Arq. Fernando Córdova L.
Personal técnico de apoyo:
Arq. Paúl Santacruz.
Arq. Ismael Sarmiento.
Auspiciantes:
Universidad del Azuay, Ing. Francisco Salgado – Rector
Administración:
Departamento de Planeamiento de la Universidad del Azuay
Comisión de Infraestructura.
Construcción:
LineArq
Arq. Miguel León
Residentes de obra:
Arq. Lilia Paguay, Arq. Isabel Carvallo
Arq. Lilia Paguay, Arq. Isabel Carvallo
Fiscalización:
Ing. Julio Jaramillo
Paisajismo:
Tngl. Bernarda Palacios
Estudio Estructural:
Ing. Juan Carrión M.
Estudio hidrosanitario:
Ing. Fabián Cazar
Ing. Fabián Cazar
Estudio eléctrico:
Ing. Cristian Villa